Imagínate la siguiente situación: Estás por
subir a un avión por primera vez, y por supuesto estás bastante nervioso. Justo
te encuentras con el piloto, y le preguntas: "¿Usted sabe volar bien?"
- "Claro que sí, he asistido a muchas capacitaciones y he leído muchos
libros sobre la aviación. Yo conozco de memoria cada control en el tablero de
mando del avión." - "¿Y cuántas veces ya ha manejado usted un
avión?" - "Para ser honesto, es la primera vez que voy a manejar uno
de verdad."
¡Esta respuesta seguramente no va a calmar tu nerviosismo!
Sin embargo, es la realidad en muchas de nuestras iglesias hoy en día. Es importante tomar conciencia de la importancia que tiene este ministerio. En este blog te ofreceremos un curso completo con herramientas muy útiles que te ayudarán en tu preparación como maestro. Pero recuerda, no basta sólo con la teoría, hay que poner en practica todo lo que aprendes.
Lo primero que debes saber es las cualidades que debes tener para ser un maestro usado por Dios. Sé que si estas leyendo esto, es porque tienes un interés y un hambre por dar lo mejor de ti.
Requisitos para ser maestro de Escuela Dominical
1.- Ser salvo
Enseñar las cosas de Dios
es privilegio exclusivo de los que han nacido de nuevo (1ª Corintios 2:14). Nadie
que no sea hijo de Dios puede guiar a otro (Mateo
15:14)
2.-Buen testimonio
Si nuestra vida no
respalda lo que enseñamos, nuestro trabajo será en vano (1ª Timoteo 3:7)
3.- Sinceridad
Es indispensable que
seamos sinceros y sin motivación indigna. Por ejemplo, uno no debe buscar
ser maestro para lucirse o para dejar una buena impresión ante sus compañeros.
Despojémonos de todo egoísmo. Trabajemos porque el amor de Cristo nos impulsa (Colosenses 3:23)
4.- Aptitud para comunicar
Capacidad para enseñar y
estimular el aprendizaje son cualidades necesarias. Cuando uno habla sin inspirar
o motivar a sus alumnos, está hablando en vano. (2ª Timoteo 2:24).
Es difícil comunicar lo
que no creemos de todo corazón y lo que no nos llena de entusiasmo. Pablo
aconsejó a Timoteo a avivar el fuego del don de Dios que había en él. Nos
conviene a nosotros recibir este consejo.
5.- Experiencia
Siempre se recomienda
tomar una clase cuando se tiene experiencia en el trabajo con niños. Mateo
10:8 "De gracia recibisteis, dad de gracia". A veces es necesario
tomar una clase sin tener este tipo de experiencias. Pero por gracia de Dios.
Podemos impartir de la experiencia que Dios nos ha permitido experimentar en
clases que han impactado nuestras vidas.
6.- Dedicación a la oración
El maestro sincero siente
la necesidad de orar pidiendo al Señor:
1) Por sí mismo, para que
sea un obrero humilde, comprensivo, paciente, persistente con su clase.
(Efesios 6:18,19)
2) Por su mensaje, para
que el Señor le dé luz espiritual. Si no contrista al Espíritu, Él puede
guiarle a toda verdad.
3) Por sus discípulos,
pidiendo la ayuda de Dios para llevar a cabo sus propósitos de conversión,
crecimiento en la gracia, consagración al Señor y a su servicio, etc. Hay que
orar por cada uno en particular porque la oración eficaz del justo puede mucho. (Efesios 1:16,17)
7.- Diligencia (2ª Timoteo 2:15)
Como maestros tenemos que estudiar cuidadosamente:
1) Nuestro mensaje. Es
preciso escudriñar las Escrituras y preparar la lección hasta que nuestra
propia alma esté conmovida. Es apóstol Pablo aconsejó a Timoteo: ocúpate en la
lectura.
2) Nuestros alumnos. Hay
que observar las costumbres, los anhelos, las capacidades y los hogares de cada
uno de ellos.
3) Nuestros métodos de
enseñanza. Estos deben ser interesantes y efectivos. Aun el método que tiene
mayor éxito se gasta con el tiempo.
El maestro diligente nunca deja de aprender y busca siempre los métodos que
resulten en mayor beneficio para sus alumnos.
8.- Responsabilidad (Efesios 5:16)
1) Puntualidad: Se
recomienda que el maestro llegue a la clase por lo menos diez minutos antes de
la hora, así podrá tener en orden el salón y su material didáctico y podrá
saludar a sus alumnos según van llegando
2) Cumplimiento: En
ocasiones cuando tenga que ausentarse el maestro responsable, busca un suplente
y avisa con anticipación al encargado
9.- Sacrificio (1ª Pedro 2:5)
Nuestro servicio requiere
dedicación de tiempo, esfuerzo en oración y estudio, y el estar dispuestos a
sacrificar nuestros ahorros en bien de los niños. El amor se mide por el
sacrificio. Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella.
El maestro que ama a su
clase la llevará en el corazón y estará dispuesto a sacrificarse para ganarla
para Cristo y guiarla en los caminos del Señor.
Es necesario para el
maestro dedicar su mente entera en la preparación, dedicar el alma entera en la
presentación, y dedicar la vida entera en la ilustración de la lección.
Después de saber los requisitos que Dios pide para este ministerio, espero que sigas firme en tu decisión de servir a Dios a través de la enseñanza con los niños. Dios te bendiga mucho.
Atte: Beto0o